Este finde me lo he planteado más bien para ir a por los proyectos, pues para hacer metros y repetir vías no estaba yo muy dispuesta con lo malamente que llevaba mi brazo izquierdo y mi músculo subescapular, jejeje. En fin, se ha escalado bastante, aunque más centrada en esas preciosas vías que me motivan aún encontrándome regular y me ponen las pilas.
Llegué bastante jodida a la zona pues el día anterior estuve (otra vez) en la consulta de mi osteópata, cuyos masajes con la técnica miofascial me van de lujo pero me dejan destrozada y dolorida, así como si un camión me hubiese pasado por encima.
No obstante, con más ganas que fuelle, le di dos buenos pegues a la Santo Grial, 7c, mi principal proyecto para estos meses de primavera antes que el calor apriete pues a la vía le da pronto el sol. Estoy muy contenta porque ya no tengo que matizar los pasos, ya los controlo, ahora queda la fase de unirlos e ir encadenando por tramos según me vaya poniendo más fuerte. Espero que caiga pronto a la saca, es una vía en la que tengo puestas muchas ganas y motivación desde hace tiempo pero nunca me he puesto en serio a trabajarla. Ahora sí, ahora voy a muerte, si mis dolencias no me lo impiden, que no me lo impedirán, por la gloria de San Metepato.
ARCHIDONA.-
Aún cuando llegamos el sábado a Archidona venía renqueando yo de la paliza de mi fisio y de los pegues a la Santo Grial. Decidí subir más tarde y descansar algo más en la furgoneta antes de darle a la Cayo malayo, un 7a+ durete para mi gusto que traía pendiente desde la Semana Santa.
Calenté en un 6a o 6a+, La Canal, muy bonito, que recorre una chimenea de esas que hay pocas por aquí; os la recomiendo porque es bastante chula y larguita.
El calentamiento no me sirvió de mucho puesto que tuve que esperar a los pegues de Roge y de Javi a la Campo amargo, que les llevó un par de horas mínimo entre los dos. Así que, cuando le metí a la Cayo estaba fría como un cachito de hielo y la idea de encadenarla se había esfumado casi por completo, más bien iba a desmontarla y ya está.
Pero.... las cosas que pasan, me salió el paso del cambio de derecha a izquierda que hay a mitad de vía y ahí me entró la furia, y con los brazos como piedras luché a muerte para llevármela. Fue un encadene más de genio que de fuerza, porque para más inri, la mitad de vía hacia arriba ni siquiera la había mirado a conciencia la otra vez que estuve allí. O sea, que mitad sin ganas, mitad ensayada y mitad a vista, la Cayo malayo cayó esta vez. Grité bastante al llegar a la reu jajajaja!! y es que la vía es dura para mí por envergadura y me ha dado un empujón de motivación plus el haberla encadenado entrando en frío y sin ganas... Las cosas de la escalada.
DESPLOMILANDIA.-
En el Triángulo, con la intención de probar la Madre salvaje, 7c, que me han contado que es bastante asequible para su grado. Pero tuve que desistir porque el brazo izquierdo con su puñetera braquialgia no me dejaba opciones de ir a esos gradetes.
Eso sí, dos buenos pegues, mejor el primero que el segundo, de reconocimiento a la ¿Qué tal mea tu madre?, 7b, también fácil durante toda la vía excepto por el paso de salida, un lance durete que habrá que hacer en la próxima visita a este mágico lugar.
Cayo malayo...........7a+...........ensayado........... 80 p.
TOTAL............ 3680 + 80 = 3.760 puntos.
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